¿Qué es la medicina antienvejecimiento?

La medicina antienvejecimiento, también conocida como medicina antiaging, es la especialización que se enfoca en la prevención y retardo del envejecimiento corporal y del deterioro de la salud, en pro de alcanzar un estado general óptimo que aumente los niveles de energía y entusiasmo de la persona, a la vez que atribuye mejoras significativas de su estado físico.

PLAN NUTRICIONAL
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TRATAMIENTOS FÍSICOS ANTIAGING
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PLAN DE ACTIVIDAD FÍSICA
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SALUD INTEGRAL SUPLEMENTACIÓN
SALUD INTEGRAL SUPLEMENTACIÓN
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¿Qué te ofrecemos?
¿QUÉ ALTERNATIVAS PLANTEA LA MEDICINA ANTIAGING O ANTIENVEJECIMIENTO?

La interacción entre tu genética, los procesos moleculares y celulares del envejecimiento, tus hábitos y el ambiente son las causas del deterioro funcional asociado al envejecimiento y de muchas de las enfermedades crónicas. Por suerte, hoy en día puede actuarse sobre varias de estas causas a nivel fundamental y basándonos en sólidos conocimientos científicos, para obtener tu plan personalizado para prevenir o frenar el envejecimiento y la incidencia de enfermedades crónicas.

Actualmente existen tres aproximaciones fundamentales en la medicina antienvejecimiento (en España o en el extranjero), en cuanto al tipo de cuidados, grado de personalización, o ámbito de aplicación  la entrega de los cuidados o recomendaciones en cuestión.

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Clínicas antienvejecimiento

Una alternativa más novedosa y científica dentro de la medicina antienvejecimiento es el de las clínicas de antienvejecimiento, “age management” o manejo de la edad saludable, ofreciendo servicios encaminados a proporcionar “healthspan”, o años de vida sin discapacidad y en plenas facultades. Habitualmente, en dichas clínicas el manejo del paciente tiene dos fases: una primera en la que se realizan las evaluaciones, y una segunda en la que se ofrecen consejos y tratamientos. Las evaluaciones cubren distintos parámetros analíticos (desde el hemograma más básico hasta determinaciones de hormonas o parámetros inflamatorios de bajo grado), parámetros morfométricos, determinaciones de riesgo cardiovascular, y en los “packs” más caros, estudio cognitivo, estudio de rendimiento deportivo, y ciertas determinaciones genéticas.

El manejo incluye consejos nutricionales (no siempre correctos), ejercicio, reemplazo hormonal bioidéntico y suplementos/tratamientos. Cabe destacar que, en general, sean cuales sean los resultados, los tratamientos se ofrecen simplemente por tablas de edad, ya que en estos centros el personal médico es conocedor del proceso biológico del envejecimiento y, aunque hay cierta variabilidad de unos individuos a otros, las edades en las que se instauran los distintos procesos deletéreos son aproximadamente las mismas, distinguiéndose fundamentalmente 3: menores de 35, a los que se les recomienda dieta y ejercicio fundamentalmente; mayores de 35 y menores de 50, a los que se les recomienda adicionalmente reemplazo hormonal y algún suplemento; y mayores de 50, a los que se les recomienda alguna solución específica como tratamiento de osetoporosis o medicación para problemas cardiovasculares.

Esta aproximación, en nuestra opinión, mejor que la de las clínicas médico-estéticas, presenta algunos aspectos críticos. Por un lado, la futilidad de muchas de las determinaciones (que cuestan miles de euros pero van a desembocar en las mismas recomendaciones). Por otro, los innumerables problemas de “parchear” los síntomas del envejecimiento forzando el sistema endocrino (no deja de ser un “parche” interno, similar al de la cirugía estética, que no cambia la evolución de los procesos biológicos del envejecimiento, sino que enmascara alguno de sus síntomas; el reemplazo con dosis de niveles de juventud de hormonas femeninas o masculinas en la madurez, se asocia a tumores ginecológicos y adenomas hepáticos, hipertensión, síndrome metabólico e infertilidad, respectivamente, en mujeres y hombres). Respecto a las suplementaciones, en general, puede decirse que son correctas, y ofrecen un valor añadido a lo que puede encontrarse en otros ámbitos, y es la posibilidad de prescripción mediante receta médica de dos fármacos que son los únicos que hasta el día de hoy han demostrado frenar el proceso biológico del envejecimiento desde su raíz: la metformina (fármaco también usado para la diabetes) y la rapamicina (fármaco normalmente usado como inmunosupresor en trasplantes).

Este es el mayor valor de este tipo de clínicas siempre y cuando incluyan estas prescripciones pues, aunque son efectivas, requieren controles y visitas médicas con cierta frecuencia. Por último, ciertas determinaciones genéticas si bien dan información, a día de hoy o bien no se puede actuar sobre ellos (por ejemplo, si alguien muestra en su análisis de polimorfismos que tiene un 50% de riesgo de desarrollar Alzheimer a los 70 años, ese riesgo apenas es modificable y no aporta al paciente más que ansiedad), o sobre los que puede actuarse, ha de actuarse directamente en todas las personas a partir de cierta edad (por ejemplo, una medición de longitud telomérica a los 50 años en dos pacientes puede dar un resultado mejor – más largos – en un paciente que en el otro pero, casi invariablemente, en ambos va a ser más bajo que en un paciente de 20 años y por tanto en ambos sería recomendable consumir TA-65 para intentar alargarlos). En los parámetros que sabemos que a partir de cierta edad están alterados y son modificables sin riesgo, creemos que la aproximación más pragmática es simplemente actuar, sin necesidad de determinaciones analíticas que no van a cambiar la indicación.

Un plan antienvejecimiento o un “tratamiento personalizado antiaging” como los que suelen promocionarse en estos ámbitos, hoy por hoy, no requiere de tantas pruebas dado que la mayoría de ellas o no pueden utilizarse o no aportan un mayor grado de personalización que algunas simples preguntas demográficas o clínicas.

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¿Qué te ofrecemos?
¿QUÉ ALTERNATIVAS PLANTEA LA MEDICINA ANTIAGING O ANTIENVEJECIMIENTO?

Existen, como hemos visto, diferentes alternativas dentro de la medicina antienvejecimiento. En nuestro caso intentamos ofrecer un enfoque pragmático.

Por un lado, ofrecemos recomendaciones y actuaciones (con abundantes explicaciones, para que el paciente no esté desorientado) en todo aquello en lo que se puede actuar, pero que está exento de efectos adversos, para poder incorporarlo en sus rutinas diarias sin problema. En segundo lugar, llevamos la personalización hasta donde puede llevarse. Con nuestro cuestionario, obtenemos las variables que pueden influir en su estado de envejecimiento biológico (de las cuales la más importante con mucho y la que determina casi todo es la edad cronológica) y también el estado más probable de su fisiología en función de las enfermedades y “quejas” que usted tenga actualmente.

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Si bien ciertas determinaciones médicas o analíticas podrían refinar estas estimaciones, estos refinados no desembocarían, con lo que hoy en día conocemos, en recomendaciones adicionales. Por otra parte, el envejecimiento en sí es el fruto de una serie de procesos biológicos, en principio inexorables, pero frente a los que ya se está empezando a poder actuar. Ésta, y no otra, es la base para conseguir un estado de salud mejorado y un mejor aspecto externo durante más tiempo, retrasando la aparición de limitaciones o enfermedades crónicas. El resto de las aproximaciones dentro de la medicina antienvejecimiento son parches, externos o internos.

Otras determinaciones adicionales a la edad (que nos informa sobre qué procesos y en qué grado están actuando sobre el envejecimiento biológico) no nos dan información adicional sobre la que actuar. Con nuestro cuestionario, proporcionamos una propuesta de cuidado en ocho esferas (recomendaciones generales, ataque a las causas del envejecimiento, cambios dietéticos, cooperación microbioma-huésped, disminución del inflammaging, manejo de problemas específicos, objetivos físico-nutricionales y cuidado externo de última generación) en forma de informe personalizado.  El cuestionario en sí tiene un número limitado de preguntas y, de hecho, un potencial paciente podría sorprenderse de la cantidad de información que se administra con tales respuestas sin haber realizado ningún test analítico. La respuesta es bien simple, y es porque las recomendaciones se basan simplemente en la evidencia. Por ejemplo, en un momento dado un paciente puede recibir una recomendación sobre una serie de alimentos para incrementar una u otra cepa de su microbioma, o tomar un suplemento de cúrcuma para disminuir la inflamación de bajo grado asociada a la edad.

¿Cómo es posible hacer eso sin una determinación de microbioma o de proteína C-reactiva? La respuesta es que, si un paciente no tiene ningún tipo de patología autoinmune ni síndrome metabólico, ni problemas digestivos, carece de sobrepeso y tiene un estado funcional alto por encima de 50 años, es porque su microbioma seguramente sea tipo 2, y no tipo 1; e igualmente a la inversa. Así, el paciente del primer tipo contestará negativamente a una serie de preguntas de nuestro cuestionario debido a la ausencia de ciertas manifestaciones clínicas y no recibirá dicha recomendación, entre otras cosas, porque es muy probable que ya esté siguiendo una dieta cuasi-vegetariana; el segundo, sin embargo, es muy probable que lleve una dieta occidental y de ahí que el resultado de un test de microbioma por 200 euros nos confirme lo que casi con toda seguridad sabemos por sus contestaciones y por tanto se le recomiende dieta paradójica basada en plantas o basada en plantas pura que, en ningún caso, va a ser perjudicial, sino todo lo contrario, y probablemente corrija parte de sus problemas.

En el segundo ejemplo, sucede lo mismo, si el paciente está por encima de 50 años, tiene inflamación de bajo grado asociada a edad casi con toda seguridad, incluso aunque no nos lo detecte la proteína C-reactiva ultrasensible. Aquí, la cúrcuma va a ser beneficiosa, tanto si lo tiene como si no (esto último es improbable). Nos basamos en toda la evidencia científica que hoy existe sobre lo que es modificable y lo que no y sobre cuáles son los estados fisiológicos habituales detrás de cada uno de los problemas o situaciones individuales que usted ha reflejado en su cuestionario.

Así, en Jóvenes&Sanos ofrecemos una aproximación pragmática y personalizada al problema del deterioro funcional y aparición de enfermedades crónicas, proporcionando información veraz y recomendaciones seguras, para incorporar, con el máximo grado de personalización que la ciencia hoy permite, las intervenciones para conservar su salud y estado funcional todo el tiempo que sea posible.

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