Explicaciones Extendidas Sección 1

¿Qué son las enfermedades crónicas y el deterioro orgánico y cómo podemos influir en ello?

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Es probable que si estás en esta web es porque has detectado a tu alrededor, en personas de edades avanzadas, un deterioro importante en distintas esferas y quieres retrasarlo. En otras palabras, buscas tener una vida funcional hasta el final, no necesariamente más larga. Tal vez, si estás en esta web, es porque ya has empezado a notar el impacto en alguno de los parámetros funcionales que te preocupan y por eso estás aquí.

¿Qué alternativa podemos seguir para mantener nuestro organismo joven? Con nuestro estudio antienvejecimiento personalizado, obtendrás información detallada para alargar tu vida en perfecto estado de salud, así como prevenir enfermedades que, erróneamente, asociamos a la edad.

Esto nos lleva a comprender un poco más qué son las enfermedades crónicas y el deterioro orgánico. El cuerpo humano tiene un ciclo vital en el que hay, inicialmente, una fase de desarrollo y crecimiento de las distintas capacidades como la fuerza muscular, la rapidez, la cognición, etc.

Desde el inicio se producen algunos cambios que afectan negativamente a la funcionalidad de nuestro organismo. Esto se debe en parte a que la selección natural ha escogido aquellas variantes genéticas o fenotipos que nos permiten alcanzar el máximo estado funcional durante una edad reproductiva. La edad reproductiva, quitando alternativas médicas o de laboratorio, es decir, la vida reproductiva, hasta ahora, ha requerido de un hombre y de una mujer. Si bien el hombre conserva su capacidad reproductiva hasta más adelante, la capacidad reproductiva de la mujer ha sido viable, en ausencia de ayuda médica, hasta los 35-40 años. Sin embargo, más allá de la edad reproductiva, lo que ocurre en nuestro organismo no tiene un impacto directo en la supervivencia de la raza humana.

Así, si una variante genética puede hacer que seamos más fuertes o atractivos, es más probable que nuestros genes se transmitan a la siguiente generación. Pero estas mismas variantes pueden hacer que a la larga enfermemos o muramos antes que otras personas sin esas mismas variantes. Esto sí que pueden tener un impacto en nuestra longevidad. Pasados los 35 o 40 años, dejamos de desarrollar capacidades y nuestra capacidad de regeneración se limita. Además, comenzamos a notar el deterioro de manera gradual, algunos cambios son más sutiles, podemos ser menos rápidos o elásticos, o nos cuesta más tiempo aprender cosas, pero otros deterioros son producto del envejecimiento celular y que, al final, se expresan tanto como un deterioro sistémico global o ya un deterioro de órganos concretos (demencia por deterioro del cerebro).

Si bien existen causas como pueden ser algunos tóxicos, venenos, algunas infecciones o algunos procesos autoinmunes que nos puedan provocar estos problemas (por ejemplo, un grupo de enfermos de Parkinson lo desarrollaron por culpa de un producto que se utilizaba para adulterar la heroína en los años 80), como vemos, esto no sería por el envejecimiento, sino que es un deterioro cerebral por un tóxico. Por tanto, podemos llegar al deterioro orgánico por causas externas pero la mayor parte de las veces los fallos orgánicos son producto de que, con el paso del tiempo, se van viendo unos cambios estructurales, biológicos, bioquímicos, en nuestro ADN, en las proteínas, en los lípidos de nuestras membranas celulares, etc., que se traducen en un deterioro funcional y externamente es lo que llamamos envejecimiento.

El envejecimiento o el deterioro orgánico no solo es producto de nuestros genes y del paso del tiempo (entendiéndolo de manera abstracta), sino que también pueden estar influenciados por elecciones inadecuadas, factores ambientales, contaminantes, entre otros. La buena noticia es que una gran parte de este deterioro puede ser mitigado o ralentizado mediante elecciones correctas y cambios de hábitos.

Por ejemplo, es común que los monitores de gimnasio recomienden una ingesta proteica elevada. Esto, a la larga, produce tendencia a la diabetes, a la insuficiencia renal, a la inflamación crónica y claramente es un factor de acortamiento de la longevidad. Esto lo encontrarás en pocos sitios web, pero en este aspecto, la ciencia es muy contundente. Hoy en día, existe mucha desinformación, por este motivo, con nuestro estudio antienvejecimiento personalizado tendrás acceso a informe detallado con todos los datos que respaldan cada una de las recomendaciones que obtendrás y con base científica.

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¿Qué nos dice la ciencia?

La ciencia nos está brindando herramientas que no necesariamente son fármacos, pero sí hay algunas suplementaciones que son inocuas y pueden intervenir en muchos de estos aspectos relacionados con el envejecimiento, como la falta de energía, la falta de la libido sexual y otros, ya que, mediante unos buenos hábitos, e incluso diferentes suplementos pueden ayudar a que algunos de los cambios celulares o moleculares que se producen con la edad, se produzcan más lentamente o no se produzcan, por tanto, retrasando este proceso de base que llamamos envejecimiento. Con nuestro estudio antienvejecimiento personalizado, recibirás una recomendación acerca de las suplementaciones que pueden ayudarte a sentirte más vital, sano y retrasar este deterioro orgánico.

Lo que sucede con las enfermedades crónicas es que cuando acudimos al médico, ante la presencia de un problema, ya hemos perdido, producto del envejecimiento, una gran fracción de la capacidad funcional de ese órgano concreto. En ese momento, regenerar ese órgano no es posible, con la ciencia actual. La medicación coloca una especie de parche que alarga la vida funcional de ese órgano, pero hoy día no podríamos reiniciar y volver a tener un órgano joven.

Sin embargo, cuando todavía somos jóvenes, se entiende que, con esa mejora de hábitos o esa suplementación, podemos retrasar ese proceso de deterioro y hacer que esa insuficiencia se produzca mucho más tarde. Por eso, contar con un estudio envejecimiento personalizado cuanto antes, es muy práctico para sentirte vital y prevenir enfermedades.

De tal manera que no ocurra ese proceso de ir al médico cuando el órgano ya esta dañado. Eso no quiere decir que dentro de 30 años no existan técnicas que permitan dar marcha atrás en nuestro reloj biológico, o regenerar un corazón dañado, pero eso hoy no lo sabemos ni sabemos si va a estar accesible a todos los bolsillos.

Si estás interesado en conocer cómo puedes modificar algunos de estos procesos te recomendamos que realices nuestro estudio antienvejecimiento personalizado.

¿Por qué optar por un estudio antienvejecimiento personalizado?

En ese sentido parece más inteligente o lógico intentar reducir las probabilidades de que lleguemos a un fallo final orgánico e intentar desde ahora tomar las elecciones correctas, tomar las suplementaciones correctas, realizar las prácticas correctas, evitar esos alimentos que nos pueden dañar, para llegar lo más sanos y funcionales posible a las edades avanzadas.

En Jóvenes & Sanos, hoy por hoy, integramos todo el conocimiento científico en hacer un estudio antienvejecimiento personalizado para mitigar todos estos efectos resultantes del deterioro y envejecimiento progresivo celular con el ambiente y con el comportamiento y el estilo de vida.

Descubre más información aquí sobre nuestro estudio de envejecimiento personalizado de Jóvenes&Sanos y podrás a empezar a intervenir en ese proceso desde hoy mismo.

 

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